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El Barrio Pequeño de Praga (Malá Strana) a menudo queda eclipsado por el bullicioso casco antiguo, lo que hace que los visitantes se pierdan su magia auténtica. Datos recientes muestran que el 68% de los turistas no van más allá de los miradores del Puente de Carlos, sin descubrir sus patios escondidos, talleres artesanales y tabernas centenarias. La verdadera esencia del barrio se encuentra en sus callejuelas tranquilas, donde aún funcionan farmacias del siglo XVII, resuena el jazz en bodegas abovedadas y los guardan recetas tradicionales de pasteles de miel. Descubrir estos rincones requiere ir más allá de las guías turísticas para entender su historia y su vibrante escena creativa.

Alternativas al Puente de Carlos: vistas espectaculares sin aglomeraciones
Mientras todos se agolpan en el Puente de Carlos al mediodía, los viajeros inteligentes conocen el secreto: los jardines elevados del Barrio Pequeño ofrecen panorámicas increíbles sin el caos. El Jardín Vrtba, una obra maestra barroca declarada Patrimonio de la UNESCO, es un oasis de paz con setos geométricos que enmarcan vistas de postal del Castillo de Praga. Por las mañanas, tendrás el pabellón Sala Terrena solo para ti. Al atardecer, los locales prefieren la poco conocida torre de la Iglesia de San Nicolás: sus 215 escalones te recompensan con una vista de 360° sobre los tejados rojos, con muchos menos visitantes que la Torre del Ayuntamiento. Los fotógrafos deben explorar la calle Vlašská, donde las casas renacentistas inclinadas crean un marco natural para capturar el castillo. Estos miradores demuestran que no hace falta luchar contra las multitudes para disfrutar de las mejores vistas de Praga.
Dónde comer y beber como un local: sabores auténticos
La calle Nerudova atrae con sus coloridas fachadas, pero los verdaderos tesoros gastronómicos están en callejones sin señalizar. El restaurante familiar U Modré Kachničky sirve pato asado en vajilla bohemia desde 1994, manteniendo su atmósfera tradicional. Para algo más moderno, el bar de vinos Bokovka ofrece vinos naturales checos con ingredientes locales. No te pierdes U Zlatého hada, una antigua farmacia convertida en cafetería donde los monjes preparaban remedios herbales y ahora sirven café con miel de sus colmenas. Por la mañana, sigue el aroma a vainilla hasta Perníčkův sen, una panadería de gingerbread que usa moldes del siglo XIX. Estos lugares forman parte del tejido del barrio, no son trampas para turistas.
Arte y cultura: desde instrumentos antiguos hasta vidrio moderno
El espíritu creativo del Barrio Pequeño se respira en sus museos y talleres especializados. El Museo de la Música te permite tocar réplicas de los instrumentos de Mozart, mientras que el pequeño Museo Karel Zeman revela los efectos especiales del cine checo. Los maestros vidrieros de Rückl Crystal demuestran técnicas centenarias en su taller. Para arte contemporáneo, el parque de esculturas Kampa ofrece obras provocativas junto al río. Pero las experiencias más memorables son las espontáneas: un recital de clavicémbalo en la Iglesia de Santo Tomás o un vendedor de mapas antiguos en la calle Tržiště. Estos momentos convierten el turismo en una conexión personal con la herencia cultural de Praga.
Dónde dormir: alojamientos con encanto en el Barrio Pequeño
Quedarse después de que se marchen los turistas revela la verdadera personalidad del barrio. Residencias históricas como el Golden Well Hotel ocupan edificios del siglo XVI con terrazas privadas frente al castillo, mientras que el Design Hotel Neruda combina arquitectura barroca con diseño checo moderno. Para viajeros con presupuesto ajustado, el pension U Raka ofrece un ambiente de cuento en la última casa rural de madera de Praga. Alojarse aquí significa vivir momentos mágicos: escuchar las campanas de la iglesia al amanecer o charlar con los tenderos mientras abren sus persianas. Algunos hoteles incluso organizan visitas exclusivas a palacios o paseos sobre la historia de la alquimia. Despertar aquí te permite disfrutar del barrio más fotogénico de Praga antes de que lleguen las multitudes.