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Las torres de agua históricas de Praga son guardianes silenciosos del pasado de la ciudad, pero muchos visitantes pasan de largo sin apreciar estas maravillas arquitectónicas. Es una lástima real: el 68% de los viajeros abandonan Praga sin descubrir sus sitios históricos menos conocidos, para luego arrepentirse. Estas torres esconden historias de ingeniería medieval y ofrecen vistas únicas, pero su acceso disperso y la falta de información clara crean barreras innecesarias. Podrías pasar junto a la impresionante Torre Šítkovská sin saber su importancia o perderte buscando la entrada a la icónica Torre Novomlýnská. Esta falta de conocimiento convierte lo que debería ser una experiencia memorable en oportunidades perdidas, dejando recuerdos incompletos de la riqueza histórica de Praga.

Las torres de agua de Praga: cuáles visitar y por qué
Praga alberga siete torres de agua históricas a orillas del Moldava, cada una con su propio encanto. La Torre Šítkovská, cerca del Puente de Carlos, luce una impresionante arquitectura renacentista, aunque no está abierta al público; lo mejor es admirarla desde el Parque Kampa al atardecer. Para visitar interiores, prioriza la Torre Novomlýnská en Holešovice, con una escalera de caracol que lleva a vistas panorámicas poco conocidas. La Torre Petržílkovská, en Smíchov, cautiva con sus torres neogóticas, mientras que la Torre Staroměstská fascina a los amantes de la ingeniería con su maquinaria hidráulica. El secreto local: visítalas al amanecer o al atardecer para disfrutar de una luz perfecta y menos turistas. Solo algunas torres permiten el acceso regular, así que planifica con antelación.
Cómo acceder: desde vistas gratis hasta tours exclusivos
Entrar a las torres de agua de Praga requiere trucos que muchas guías no mencionan. Empieza por opciones gratuitas: las plataformas alrededor de la Torre Novomlýnská ofrecen vistas espectaculares sin entrada. Para una experiencia más profunda, coincide tu visita con los Días de Puertas Abiertas, cuando torres normalmente cerradas permiten el acceso. Los Archivos de la Ciudad de Praga a veces ofrecen tours guiados que revelan los sistemas medievales de agua; reserva con tres meses de antelación. Si no hay disponibilidad, considera un paseo en barco por el Moldava con comentarios sobre las torres o un tour de arquitectura industrial. Verifica las condiciones de acceso semanalmente, ya que las restauraciones pueden cambiar los horarios sin previo aviso.
Cuándo visitar: los mejores momentos para disfrutarlas
La magia de las torres de agua de Praga cambia con las estaciones, algo que muchos turistas no saben. En invierno, las mañanas muestran sus ladrillos escarchados y vistas sin aglomeraciones. En primavera, las torres se reflejan en las aguas altas del Moldava, especialmente desde el Puente Mánes. Los locales prefieren las tardes de septiembre, cuando el sol ilumina sus fachadas y los turistas de verano ya se han ido. Entre semana, de 2 a 4 pm, suelen estar casi vacías, y las lunas llenas las convierten en siluetas de cuento. Para fotógrafos, la 'hora azul' tras el atardecer crea fondos dramáticos cuando se encienden las luces. En invierno, el horario de acceso se reduce, así que visita al mediodía para mayor seguridad.
Más allá de las torres: otros tesoros cercanos
Los viajeros inteligentes combinan las torres con atracciones cercanas poco conocidas. Tras visitar la Torre Novomlýnská, descubre la discreta Sala Filarmónica Vltavská, con conciertos clásicos improvisados. La Torre Šítkovská va perfecto con los frescos ocultos de la Iglesia de San Antonio de Padua. Usa la Torre Petržílkovská como punto de partida para explorar el emergente distrito artístico de Smíchov, con galerías de vanguardia en fábricas reconvertidas. Para mayor comodidad, alójate en el Barrio Pequeño o en Holešovice: estarás cerca de varias torres y lejos del bullicio turístico. Muchos hoteles boutique aquí ofrecen habitaciones con vistas a las torres y consejos locales que no encontrarás en las guías.